12 marzo, 2010

Lectio Divina. Viernes 12 de maro de 2010. Mc 12, 28-34

"No estás lejos del Reino de Dios" quiere decir: no temas, vas bien. Es necesario que sigas adelante, que sigas caminando, que sigas amando. Busca la verdad y la encontrarás, porque todo aquel que busca encuentra. Pero para esto es necesario que seas sincero y que tu estandarte sea el amor. Quien tiene como meta el amor, a Dios y al prójimo, tiene como recompensa el cielo, el Reino de los Cielos.

El Reino de los Cielos es el reino de los santos, de los que gozas, desde esta vida, de la alegría de Dios en sus almas, de una manera tal que no pueden contener su felicidad. Los santos son aquellos hombres que se dedicaron a amar a Dios y al prójimo de la manera como Cristo quiere que sean amados. Ser santo es atreverse a amar hasta que duela.

Vale la pena intentarlo ¿Por qué no? Muchas veces hemos buscado la felicidad en otras cosas, es necesario buscarla ahora en el Señor, porque allí la vamos a encontrar.

"Seremos Santos o moriremos en el intento"

Madre Santísima, somos tuyos y todo lo nuestro tuyo es. Protege en nosotros la sed de santidad, para que podamos poner por obra aquellos que decimos con nuestros labios.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

1 comentario:

Esteban Sánchez dijo...

¿Cómo ha de entenderse la felicidad para aquel que no es ni le interesa ser santo? y si es esto posible, ¿es que hay más tipos de felicidad? o es que ¿Dios dispone la felicidad sólo para aquellos que le aman y quieren ser santos?, de ser así, Dios sería un ser defectuoso que sólo da a quien Él considera lo merece, no sería esto injusto...

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