Entonces Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: "¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!
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Felices y bienaventurados los que tienen a Dios como heredad en vez de a sí mismos. Felices los que confían en el Señor, porque el Señor no defrauda ni decepciona a nadie. Felices los que esperan en el Señor porque Dios es bueno con sus hijos. Felices los que desean amar a Dios con todo el corazón porque serán saciados de ese amor misericordioso y eterno. Felices los que esperan en el Señor porque recibirán con creces aquello que esperan.
Las bienaventuranzas que nos presenta el Evangelio siempre me han llamado la atención porque no las entiendo del todo. En verdad las entiendo sin entenderlas, porque a simple vista son fáciles de comprender pero en el fondo son un mar inagotable de riquezas. En el fondo son un cofre lleno de tesoros incalculables.
Es interesante que Lucas presenta a Jesús mirando fijamente a sus discípulos diciéndoles las bienaventuranzas: "¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ... ¿pero eran los discípulos pobres, hambrientos?
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ... ¿pero eran los discípulos pobres, hambrientos?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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