30 abril, 2013

La busqueda insaciable de su Amor

EVANGELIO
Juan 14, 27-31a
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Les dejo la paz, mi paz les doy. Una paz que el mundo no les puede dar. No se inquieten ni tengan miedo. Ya escucharon lo que dije: "Me voy, pero regresaré a ustedes". Si de verdad me aman, deberían alegrarse de que me vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Les he dicho esto antes de que suceda, para que cuando suceda crean.
Ya no hablaré mucho con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo. Y aunque no tiene ningún poder sobre mí, tiene que ser así para que el mundo sepa que amo al Padre y que cumplo la misión que me encomendó".
Palabra del Señor.
El ser humano durante la vida en la que peregrina sobre esta tierra, obtiene muchos vienes materiales, obtiene  tambien muchos vienes afectivos, dadivas incalculables que provienen solo del corazón amorosisimo del padre.
Y esque el ser humano es tan exageradamente ambisioso, que no quiere solo estas dadivas, sino que quiere al autor de estas dadivas, quiere ser pleno de ese amor insondable.
Por eso la busqueda de este amor es  insaciable, porque solo hasta que lo encuentre podra descanzar en paz su alma. Y aunque Jesús aveces se esconde, o simplemente guarda silencio, el deseo de su encuentro jamas deja de reclamarnos que debemos buscarlo, aun aunque ya no sintamos, o aunque los hombres nos defrauden, o sencillamente aunque no queramos, el deseo de su amor fue impregnado desde el momento en el que por el fuimos pensados.
Y sabemos que muchas veces es su deber como padre abandonarnos para que entendamos que sin el nada podemos.
Todo por la inmaculada, nada sin ella.

La Paz que no deja en paz

Evangelio según San Juan 14,27-31a.
Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.
Saben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo.
Les he dicho estas cosas ahora, antes de que sucedan, para que cuando sucedan ustedes crean.
Ya no hablaré mucho más con ustedes, pues se está acercando el príncipe de este mundo. En mí no encontrará nada suyo, pero con esto sabrá el mundo que yo amo al Padre y que hago lo que el Padre me ha encomendado hacer. Ahora levántense y vayámonos de aquí.
+++
La paz de Dios es una paz sin paz porque no deja en paz. ¿Cómo así? es una paz que produce tranquilidad en el corazón y en el alma, pero es una paz que no sacia el corazón y el alma, y por eso no deja en paz. ¿Cómo es eso? Es como el agua que sacia la sed pero por calmarla no deja de gustarnos sino que antes nos gusta más. Es como el alimento que calma el hambre pero que no sacia la las ganas de comer más. La verdad es que no existe tal agua o tal alimento, porque una vez saciada la sed o aplacada el hambre no queremos comer más por más deliciosa que sea la comida o más fresca que sea el agua. En cambio, con Dios, se sacia la sed y el hambre de nuestra alma pero sin saciar las ganas de Dios, al contrario, en la medida que se sacia el hambre y la sed se tiene más hambre y sed de Dios.
Por esto Jesús dice: "les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo".
La paz que Jesús da es una paz que no deja en paz. Es como un tratar de llenar un agujero con un material que hace más profundo el agujero pero que a la vez lo llena. Es como un el hielo que refresca pero a la vez quema.
La Paz de Dios da paz al alma y llena el corazón, pero no deja en paz porque es tan deliciosa y potente que el alma se ve irremediablemente atraída a Dios y desea con más fuerza esa paz.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

29 abril, 2013

Me amo primero


EVANGELIO
Mateo 11, 25-30

En aquel tiempo, Jesús exclamó:
«¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien!
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí, todos los que estáis fatigados y agobiados por la carga, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso, porque mi yugo es suave, y mi carga ligera».

Palabra del Señor.

El sentido de todo lo que hacemos es el amor, el Dios, es Cristo, pues si no lo fuera que sentido real tendria vivir? si mi pasion es por el viento que sentido tiene? si mi cancion es por el viento, que merito tiene? si mi predicacion es por el viento, de que me sirve?. Todo lo que hago, todo lo que pienso, todo absolutamente todo esta en pos de mi Cristo. Pues el me amo y se entrego por mi, y solo comprendiendo este misterio de que tengo la certeza de que me ama, podre algun dia retribuirle ese amor inmenso como lo hicieron los santos, solo comprendiendo que soy de Cristo y de que este es un titulo que nada ni nadie, ni siquiera  el mismo demonio puede quitarme solo asi mi intimidad sera tal que me desligue totalmente de mi para introducirme totalmente en mi Dios, para que asi sea el haciendo todo en mi, amando en mi, haciendo el bien en mi y por mi.
Todo por la inmaculada, nada sin ella.
 

27 abril, 2013

La unión se da por la Voluntad

Evangelio según San Juan 14,7-14.
Si me conocen a mí, también conocerán al Padre. Pero ya lo conocen y lo han visto.»
Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.»
Jesús le respondió: «Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a mí ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre?
¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Cuando les enseño, esto no viene de mí, sino que el Padre, que permanece en mí, hace sus propias obras.
Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas.
En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores.
Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo.
Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre.
+++
Jesús y el Padre son dos personas distintas pero un sólo Dios con el Espíritu Santo. El Hijo no es el Padre y el Padre no es el Hijo y ninguno de los dos es el Espíritu Santo. Los tres son Dios mas no son tres manifestaciones de Dios sino tres personas distintas de una misma naturaleza divina.
El Hijo fue enviado en el Espíritu Santo por el Padre para redimir a los hombres. Jesús obedeció completamente la voluntad de Dios Padre y obedeciendo nos alcanzó la salvación. Pero el mismo Jesús pudo preguntarse: ¿Qué sentido tiene que yo obedezca al Padre en algo tan absurdo como redimir a la humanidad por medio de la prueba máxima de sufrimiento, más aún cuando no son dignos de tanto? Jesús pudo haber dudado de la obediencia al Padre y tenido la tentación de interpretar el designio divino (como solemos hacer todos nosotros que interpretamos todo lo que no nos conviene). Sin embargo no fue así. Se hizo manso cordero llevado al matadero para alimentar con su Carne y con su Sangre a la humanidad entera y sacarla del hambre mortal que la agobiada hasta la muerte.
Jesús y el Padre son uno no sólo por su carácter trinitario sino por la unión de sus voluntades. Así mismo, quien una su voluntad a la de Jesucristo será uno con Él y con la Trinidad misma. La unión de las voluntades hacen que dos personas sean una. Y si una pareja de novios por la unión de sus voluntades en el amarse y entregarse durante toda la vida se hacen, por el sacramento del matrimonio, una sola carne, ¿cuánto más seremos uno solo con Jesucristo al unir nuestra voluntad a la de Él al entregarle todo nuestro amor en un sacrificio perfecto de caridad?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

26 abril, 2013

Gorriones... (no dejes de ver el video)

Evangelio según San Juan 14,1-6.
«No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino.»
Entonces Tomás le dijo: «Señor, nosotros no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús contestó: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.
+++
Dos novios siempre quieren estar juntos porque se aman. Su amor los obliga a pensar el uno en el otro como si los dos fueran uno. Esto es movido por esa atracción (eros) que con el tiempo madurará en amor de donación (agape).
Si esta atracción es tan fuerte en los que se aman de una manera imperfecta ¿cuán perfecta es la manera como Dios nos ama a nosotros? Jesús es un verdadero enamorado que desea estar con sus hijos: "No se turben, crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones... y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes". Yo me imagino a un Jesús que piensa en nosotros, que no nos abandona. Un Jesús que está pendiente de cada paso, de cada problema, de cada circunstancia. Un Jesús enamorado y enamorador. Un Jesús que desea estar con nosotros como una madre con su pequeño. Un Jesús que siempre tiene su mirada puesta en nosotros... sus pequeños gorriones.

A propósito de gorriones (sparrow)... esta canción trasmite perfectamente lo que quiero decir:

Adrey Assad. Sparrow
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

25 abril, 2013

Iglesia, cuerpo de Cristo

Evangelio según San Marcos 16,15-20.
Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer será condenado.
Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas;
tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos, por su parte, salieron a predicar en todos los lugares. El Señor actuaba con ellos y confirmaba el mensaje con los milagros que los acompañaban.
+++
"El que crea y se bautice se salvará pero el que no crea será condenado". ¿Por qué esta afirmación tan fuerte del Evangelio? Supongo que es por la fuerza de los argumentos, es decir, creer en que Jesús es Dios es tan evidente que no verlo es una falta grave contra la verdad misma.
Ante el mensaje de Cristo y el anuncio del Evangelio el mundo entero debe doblar sus rodillas y contemplar la obra magnífica de Dios. Ante la prolongación de Cristo en el tiempo, es decir la Iglesia, el mundo tiene que reconocer la existencia de Dios. Es imposible pasar por alto la figura de Cristo en el mundo y en la historia de la humanidad. 
Es por esto que le mundo está empeñado en borrar la figura de Jesucristo del contexto actual, porque su imagen presente nos recuerda a todos que somos regidos por el mismo Dios y que no somos nosotros los dioses que queremos ser. La figura de Cristo es muy incómoda porque nos recuerda que no podemos auto redimirnos. La imagen de Jesús en la Iglesia fastidia al mundo entero porque tiene que reconocer que ella es de Dios y que Dios sigue actuando por ella.
Pero ha llegado el momento de levantar la cabeza y demostrarle una vez más al mundo que la Iglesia es de Cristo y que Cristo sigue actuando por medio de la Iglesia y que Jesucristo no puede existir sin la Iglesia ni la Iglesia sin Jesucristo como ha dicho recientemente nuestro Papa Francisco: 
Porque, encontrar a Jesús fuera de la Iglesia –destacó- no es posible. El gran Pablo VI decía: ‘Es una dicotomía absurda querer vivir con Jesús sin la Iglesia, seguir a Jesús fuera de la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia’. Y esta Iglesia Madre que nos da Jesús, nos da la identidad que no es solo un sello: es una pertenencia”. El Papa explicó después que la “identidad significa pertenencia” y que es bella “esta pertenencia a la Iglesia”.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

24 abril, 2013

La voluntad de Dios es nuestra felicidad

Evangelio según San Juan 12,44-50.
Pero Jesús dijo claramente: «El que cree en mí no cree solamente en mí, sino en aquel que me ha enviado.
Y el que me ve a mí ve a aquel que me ha enviado.
Yo he venido al mundo como luz, para que todo el que crea en mí no permanezca en tinieblas.
Si alguno escucha mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo, porque yo no he venido para condenar al mundo, sino para salvarlo. El que me rechaza y no recibe mi palabra ya tiene quien lo juzgue: la misma palabra que yo he hablado lo condenará el último día.
Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre, al enviarme, me ha mandado lo que debo decir y cómo lo debo decir. Yo sé que su mandato es vida eterna, y yo entrego mi mensaje tal como me lo mandó el Padre.»
+++
Jesús no vino por su propia cuenta sino que fue enviado por el Padre. La misión de Jesús es hacer la voluntad del Padre. Jesús no hizo nada por sí solo.
Así mismo la misión del cristiano es la misión del Cristo, no la propia. La misión del cristiano es hacer la voluntad de Jesús y hablar en nombre de Jesús. El cristiano debe ser otro Cristo así como Jesús fue otro Padre. Pero ¿Qué tan bien hacemos nuestro trabajo?
Algunos afirman que Gandhi dijo en una ocasión: "Cristo, ven a la India, pero que no vengan los cristianos". No sé que tan cierto haya sido pero creo que sus palabras tienen mucho sentido.
Ahora bien, tengo que preguntarme yo mismo: ¿Estoy haciendo mi propia voluntad o la voluntad de Dios?
La perfecta alegría está en hacer la voluntad de Dios y no la voluntad propia. La realización del hombre está en cumplir la misión que Dios le ha encomendado. Entonces ¿por qué seguir buscando la propia voluntad?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

23 abril, 2013

El Reino de los cielos no es para los que hablen bien sino para los que vivan bien

Evangelio según San Juan 10,22-30.
Era invierno y en Jerusalén se celebraba la fiesta de la Dedicación del Templo.
Jesús se paseaba en el Templo, por el pórtico de Salomón, cuando los judíos lo rodearon y le dijeron: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo claramente.»
Jesús les respondió: «Ya se lo he dicho, pero ustedes no creen. Las obras que hago en el nombre de mi Padre manifiestan quién soy yo, pero ustedes no creen porque no son ovejas mías.
Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen, y yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano.
Aquello que el Padre me ha dado lo superará todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos una sola cosa.»
+++
Nosotros no somos lo que decimos sino lo que hacemos, aunque a veces hablamos como vivimos y otras veces vivimos como hablamos.
Es muy fácil decir que somos católicos, que vamos a Misa y que nos confesamos una vez al año, pero de ahí a ser auténticos católicos hay mucho trecho.
Muchas veces vivimos como paganos bautizados y creemos que tenemos el cielo asegurado. Pero de ahí a poder entrar al cielo hay mucho trecho.
A alguien se le cree no por lo que dice sino por lo que hace. Porque en lo que hace manifiesta lo que cree. Las palabras que salen de nuestra boca son perfectamente moldeables a los intereses, mas las acciones nuestras no son fáciles de moldear. Generalmente hablamos más con el cuerpo que con la boca, aunque la boca casi nunca para de hablar. Hay que darle más crédito a nuestra manera de vivir que a nuestra manera de hablar. Porque hablar bien lo hace cualquiera, pero vivir bien es cosa de santos.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

21 abril, 2013

Jesús, Buen Pastor, Buen Cordero

Evangelio según San Juan 10,27-30.
Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen, y yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano.
Aquello que el Padre me ha dado lo superará todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos una sola cosa.»
+++
Jesús es el buen Pastor por una razón muy sencilla, porque se hizo Buena Oveja. Nadie que no se haga primero obediente puede mandar. Nadie que no se haga oveja puede ser pastor, porque el pastor debe entender a las ovejas.
Jesús se hizo oveja obediente al Encarnarse de María Santísima y obedecer al Padre en todo hasta el punto de obedecer perfectamente su voluntad. Jesús se hizo oveja al hacerse Cordero Inmolado por nosotros. Jesús se hizo oveja al sacrificarse por la humanidad como sacrificio máximo y perfecto.
Por todo eso Jesús es el Buen Pastor, porque también da la vida por sus ovejas. Porque se entrega por los suyos, porque pastorea con caridad y con fuerza a su rebaño que lo escucha y lo sigue.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

20 abril, 2013

Sobre la Interpretación de la Sagrada Escritura. Dei Verbum 12 (1ra Parte)

Evangelio según San Juan 6,60-69.
Al escucharlo, cierto número de discípulos de Jesús dijeron: «¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién querrá escucharlo?»
Jesús se dio cuenta de que sus discípulos criticaban su discurso y les dijo: «¿Les desconcierta lo que he dicho? ¿Qué será, entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir al lugar donde estaba antes?
El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida.
Pero hay entre ustedes algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar.
Y agregó: «Como he dicho antes, nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.»
A partir de entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle.
Jesús preguntó a los Doce: «¿Quieren marcharse también ustedes?»
Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»
+++
Para creer lo más hay que empezar a creer lo menos. Pero si dudamos de lo más pequeño ¿Cómo vamos a creer lo que es más grande y difícil de creer?
La verdad es que no es fácil acercarse a algunos textos de la Sagrada Escritura. No podemos desconocer los métodos de interpretación, los géneros literarios, las intenciones del autor y los destinatarios de los textos, pero tampoco podemos desconocer que se puede abusar de todas estas técnicas para terminar dándole un giro completamente distinto a lo que la Palabra de Dios nos quiere decir. ¿A qué me refiero con todo esto? a que muchas veces es muy complicado y difícil, sino imposible, creer en ciertas cosas que nos presenta la Sagrada Escritura porque los biblistas y estudiosos nos presentan estos relatos como imposibles desde el punto de vista literal y más bien le dan un significado teológico a lo que allí se presenta. Pero ¿qué tan cierta es su interpretación? ¿Qué tan real es lo que ellos dicen? ¿cómo acercarse a la Sagrada Escritura?

La Iglesia nos ha regalado un magnífico documento llamado Dei Verbum, que es una constitución  Dogmática del Concilio Vaticano II sobre la Divina Revelación. El númeral 12 dice:

Cómo hay que interpretar la Sagrada Escritura

12. Habiendo, pues, hablando dios en la Sagrada Escritura por hombres y a la manera humana, para que el intérprete de la Sagrada Escritura comprenda lo que El quiso comunicarnos, debe investigar con atención lo que pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios manifestar con las palabras de ellos.
Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a "los géneros literarios". Puesto que la verdad se propone y se expresa de maneras diversas en los textos de diverso género:
histórico, profético, poético o en otros géneros literarios. Conviene, además, que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia según la condición de su tiempo y de su cultura, según los géneros literarios usados en su época. Pues para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres.

Y como la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió para sacar el sentido exacto de los textos sagrados, hay que atender no menos diligentemente al contenido y a la unidad de toda la Sagrada Escritura, teniendo en cuanta la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe. Es deber de los exegetas trabajar según estas reglas para entender y exponer totalmente el sentido de la Sagrada Escritura, para que, como en un estudio previo, vaya madurando el juicio de la Iglesia. Por que todo lo que se refiere a la interpretación de la Sagrada Escritura, está sometido en última instancia a la Iglesia, que tiene el mandato y el ministerio divino de conservar y de interpretar la palabra de Dios.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

19 abril, 2013

Ya son casi 2000 post de este humilde blog y más de 52 mil visitas. GRACIAS.

El día 9 de marzo del año 2010 comencé con este blog de Lectio Divina. La idea nació al querer compartir con un grupo de amigos la Palabra de Dios de una manera sencilla y sin pretensiones.
Hoy, han pasado tres años desde la creación de este espacio para el encuentro con la Palabra de Dios y me siento muy orgulloso de ello.
Son, hasta el momento 1991 meditaciones sobre el Evangelio correspondiente a cada día. Más de 52000 visitas en estos tres años y 45 seguidores del Blog.
Quiero agradecerles a todos por su participación y por sus comentarios. Gracias por aprovechar este espacio. Gracias por compartir con nosotros la misma Fe.
Es por esto que he querido celebrar las 2000 meditaciones de la Palabra de Dios de este sencillo blog con la Adoración perpetua Eucaristíca Online. ¿Podría haber mejor manera de celebrarlo?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

Eucaristía, fármaco de Inmortalidad (2)

Evangelio según San Juan 6,52-59.
Los judíos discutían entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer carne?»
Jesús les dijo: «En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes.
El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre.
Así habló Jesús en Cafarnaúm enseñando en la sinagoga.
+++
El Cuerpo y la Sangre de Cristo nos dan la vida eterna. Quien coma de su Cuerpo y beba de su Sangre no morirá jamás. Pero no se trata de comer por comer ni de beber por beber, sino que al comer nos hagamos uno con Él en la voluntad y en la caridad por la unión de su Cuerpo Eucarístico con nuestro cuerpo portal y por la unión de nuestra voluntad a su Voluntad, es decir, que vivamos verdaderamente a Cristo en nuestras vidas y seamos como Él.
La Eucaristía es definida por San Ignacio de Antioquía como "fármaco de inmortalidad, antídoto contra la muerte", y quien se alimente de ella tendrá la vida eterna.
Gracias Señor por quedarte en el Santísimo Sacramento del Altar y por regalártenos todos los días.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

18 abril, 2013

Eucaristía, fármaco de inmortalidad

Evangelio según San Juan 6,44-51.
Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los Profetas: Serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza.
Pues por supuesto que nadie ha visto al Padre: sólo Aquel que ha venido de Dios ha visto al Padre.
En verdad les digo: El que cree tiene vida eterna.Yo soy el pan de vida. Sus antepasados comieron el maná en el desierto, pero murieron: aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.»
+++
¿Quién de nosotros no ha escuchado una historia de caballeros que buscaban grandes tesoros para no morir nunca o para curar cualquier enfermedad? Esta búsqueda de poder y de vida eterna siempre ha estado presente en el hombre. La idea de la muerte nos aterra y pensamos que nosotros podremos escapar de sus garras. Nadie quiere morir, todos queremos la salud, todos buscamos prolongar nuestra vida. La idea de que hoy estamos y mañana no, nos quita el sueño y nos estremece las entrañas. Si existiera la posibilidad de encontrar un fruto o un objeto que nos garantizara la inmortalidad seguramente la mayoría de nosotros estaría dispuesto a trabajar muchísimos años con tal de encontrarla o usarla. Ningún sacrificio, por grande o costoso que fuera, sería impedimento para alcanzar esa meta. Nada en el mundo podría detenernos en la búsqueda de la inmortalidad. Pero ¿por qué no hacemos lo mismo con la Eucaristía, verdadero fármaco de inmortalidad y de vida eterna? La carne de Cristo es el Pan vivo bajado del cielo. Quien como de su carne y bebe de su sangre no morirá jamás.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

17 abril, 2013

El amor infinito sujetado por los clavos en la cruz

Evangelio según San Juan 6,35-40.
Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aun después de haber visto.
Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí, porque yo he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. Sí, ésta es la decisión de mi Padre: toda persona que al contemplar al Hijo crea en él, tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»
+++
Jesús no pudo morir de ninguna otra forma diferente a la de la cruz, porque sólo en la cruz se puede morir con los brazos abiertos. Jesús tenía que morir así porque nadie que vaya hacia Jesús encontrará desprecio y negativa. 
Los brazos abiertos en la cruz, clavados al madero, aparte de ser un hecho histórico comprobable, son signo del amor misericordioso de Dios que acoge a la humanidad entera por medio del Hijo. Los clavos que sujetaban sus brazos son el amor infinito que nos garantiza el perdón de nuestros pecados si deseamos ser perdonados. Pero el amor auténtico, el amor al estilo divino, tiene que doler muchísimo, porque si no duele, entonces no es amor.
Brazos abiertos en la cruz, sujetados por el amor infinito de Dios, son la garantía de que todo el que se acerque a Jesucristo y crea en el Padre, tendrá la vida eterna y Cristo lo resucitará en el último día.

"Una vez le pregunté a Jesús: -¿Cuánto me amas? Y él me respondió: -así te amo. Y abrió sus brazos y murió por mí en la cruz".

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

16 abril, 2013

Hay que buscar lo que se perdió donde está y no donde queremos que esté

Evangelio según San Juan 6,30-35.
Le dijeron: «¿Qué puedes hacer? ¿Qué señal milagrosa haces tú, para que la veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, según dice la Escritura: Se les dio a comer pan del cielo.»
Jesús contestó: «En verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.»
Ellos dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.» Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.
+++
El corazón del hombre siempre tendrá un vacío gigante que nada de este mundo puede saciar. El corazón del hombre, como decía San Agustín, no descansará hasta encontrar a Dios. Sólo en Dios encontraremos lo que estamos buscando, que se nos ha perdido y que hemos tratado de hallar en todas partes excepto donde se perdió.
Para encontrar algo hay que buscarlo donde está y no donde queremos que esté. Nuestra corazón sufre de una terrible ausencia de amor por el pecado y buscamos la cura donde queremos encontrarla y no donde debemos encontrarla. Es por esto que el Pan que Baja del Cielo es aquel que sacia el hambre y la sed eternas. Ese Pan que baja del Cielo es el mismo Jesús que se hace alimento por medio de la Eucaristía.
Danos, Señor, a comer de ti.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

14 abril, 2013

Para pescar hombres primero hay que amar a Dios

Evangelio según San Juan 21,1-19.
Después de esto, nuevamente se manifestó Jesús a sus discípulos en la orilla del lago de Tiberíades. Y se manifestó como sigue:
Estaban reunidos Simón Pedro, Tomás el Mellizo, Na tanael, de Caná de Galilea, los hijos del Zebedeo y otros dos discípulos.
Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Contestaron: «Vamos tam bién nosotros contigo.» Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
Al amanecer, Jesús estaba pa rado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él.
Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.»
Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pes ca.» Echaron la red, y no tenían fuer zas para recogerla por la gran cantidad de peces.
El discípulo al que Jesús amaba dijo a Simón Pedro: «Es el Señor.»
Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca —de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces.
Al bajar a tierra encontraron fuego encendido, pescado sobre las brasas y pan.
Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar.»
Simón Pedro subió a la barca y sacó la red llena con ciento cincuenta y tres pescados grandes. Y a pesar de que hubiera tantos, no se rompió la red.
Entonces Jesús les dijo: «Vengan a desayunar». Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor.
Jesús se acercó, tomó el pan y se lo repartió. Lo mismo hizo con los pescados.
Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Contestó: «Sí, Señor, tú sa bes que te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.»
Le preguntó por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Pedro volvió a contestar: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Cuida de mis ovejas.»
Insistió Jesús por tercera vez: «Simón Pedro, hijo de Juan, ¿me quieres?» Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.» Entonces Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.
En verdad, cuando eras joven, tú mismo te ponías el cinturón e ibas a donde querías. Pero cuando llegues a viejo, abrirás los brazos y otro te amarrará la cintura y te llevará a donde no quieras.»
Jesús lo dijo para que Pedro comprendiera en qué forma iba a morir y dar gloria a Dios. Y añadió: «Sígueme.».
+++
Jesús dio de comer a los discípulos que se habían empeñado en encontrar peces aquella noche. Un grupo de pescadores experimentados y veteranos no pudieron pescar ni un solo pesecillo para desayunar. Los expertos en el arte de la pesca no lograron capturar nada. De pronto, un carpintero les da una indicación y logran capturar la mayor cantidad de peces que podía soportar la red. ¡Qué paradojas las de la vida!
Aquellos pescadores fueron aleccionados una vez más por Jesús. No debían ocuparse nuevamente de las redes (como lo estaban haciendo) sino de los hombres (para lo que habían sido preparados). No debían preocuparse otra vez por el pan material, sino por entregar a todas las naciones el pan espiritual. No debían volver a su antigua vida de trabajadores sino que debían empezar una nueva como Apóstoles.
Jesús, nuevamente, desbarato los planes de estos hombres y los envía a anunciar el Reino. Es por esto que le dice a Pedro, y en él a todos los discípulos: apacienta mis corderos y mis ovejas. Pero para hacer esto, primero hay que amarlo con un amor especial, con un amor auténtico, con un amor cristiano, ese que da la vida por los demás a ejemplo del Maestro.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

13 abril, 2013

En medio del mar, donde nadie llega, ¿tiene sentido esperar a Jesús?

Evangelio según San Juan 6,16-21.
Al llegar la noche, sus discípulos bajaron a la orilla y, subiendo a una barca, cruzaron el lago rumbo a Cafarnaúm. Habían visto caer la noche sin que Jesús se hubiera reunido con ellos, y empezaban a formarse grandes olas debido al fuerte viento que soplaba.
Habían remado como unos cinco kilómetros cuando vieron a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y se llenaron de espanto. Pero él les dijo: «Soy Yo, no tengan miedo.»
Quisieron subirlo a la barca, pero la barca se encontró en seguida en la orilla adonde se dirigían.
+++
Cuando uno se empieza a acostumbrar a la oscuridad la luz se torna un poco molesta. Cuanto uno se empieza a acostumbrar a remar en la noche de la existencia y sin Jesús abordo, es difícil creer que Cristo venga a nuestro encuentro en medio del lago donde nadie puede llegar si no es remando. Cuando pensamos que ya no tenemos perdón de Dios porque Jesús está en la otra orilla y nosotros estamos lo suficientemente alejados de Él por el pecado y por estar inmersos en el mundo, es difícil creer que el mismo Cristo camine sobre las aguas y llegue allí donde nadie lo espera.
¿Será que nos está pasando como a los discípulos, que están en medio del lago sin esperanza de ver a Jesús?
¿Será que nos asustamos cuando vemos llegar al mismo Dios al mar de nuestra vida donde pensamos que no iba a llegar?
¿Será que creemos que estamos a salvo de ser descubiertos por Dios en el interior de nuestra conciencia?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

12 abril, 2013

¿En qué se diferencia Jesús de los mandatarios populistas que dan "pan y circo"?

Evangelio según San Juan 6,1-15.
Después Jesús pasó a la otra orilla del lago de Galilea, cerca de Tiberíades.
Le seguía un enorme gentío a causa de las señales milagrosas que le veían hacer en los enfermos.
Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.
Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos.
Jesús, pues, levantó los ojos y, al ver el numeroso gentío que acudía a él, dijo a Felipe: «¿Dónde iremos a comprar pan para que coma esa gente?»
Se lo preguntaba para ponerlo a prueba, pues él sabía bien lo que iba a hacer.
Felipe le respondió: «Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo.»
Otro discípulo, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente?»
Jesús les dijo: «Hagan que se siente la gente.» Había mucho pasto en aquel lugar, y se sentaron los hombres en número de unos cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, dio las gracias y los repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y todos recibieron cuanto quisieron.
Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada.» Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazosque no se habían comido: eran las sobras de los cinco panes de cebada.
Al ver la señal que Jesús había hecho, los hombres decían: «Este es sin duda el Profeta que había de venir al mundo.» Jesús se dio cuenta de que iban a tomarlo por la fuerza para proclamarlo rey, y nuevamente huyó al monte él solo.
+++
¡Qué lástima que sólo se diga que Jesús "es el profeta que había de venir al mundo" cuando le dio a comer pan a la multitud! ¡Con razón los dirigentes políticos populistas ganan tantos adeptos con pan y circo! creo que eso lo aprendieron en el evangelio cuando leyeron este relato..
Jesús sólo empezó a ganar popularidad de rey cuando le empezó a dar pan al pueblo. Sólo allí la gente lo empezó a mirar como un verdadero profeta porque a la gente le importa más el estómago que el alma.
Es más importante tener la barriga llena que el alma en paz. Es más importante tener saciada el hambre que preocuparse por la salvación eterna.
Y justamente en este momento, es cuando Jesús huye al monte solo, porque no es este el reinado que vino a traer ni que quiere tener. No es un reinado de masas ni de multitudes, no es un reinado de popularidad y alabanzas, sino un verdadero reinado en el corazón del hombre.
¿Y yo, cómo sigo a Jesús? ¿como el rey que me da pan y hace "prospera" mi vida porque le doy el diezmo a un pastor? ¿o lo sigo porque es el rey del mundo y quiero que habite en mí por medio de la caridad para alcanzar la salvación eterna que me ofrece al llevar mi cruz con Él todos los días de mi vida?
Yo no sé tú, pero yo quiero seguir al Buen Jesús en el seno de la Iglesia Católica, instituida por Cristo, para nacer de nuevo por medio del Espíritu y entrar en el Reino de los Cielos.
Todo por la Inmaculsda, nada sin Ella.

10 abril, 2013

El Juicio, después de la muerte, es un Dogma de fe. ¿Cómo será?

Evangelio según San Juan 3,16-21.
¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Unico, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él. Para quien cree en él no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de Dios.
Esto requiere un juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios.»
+++
Es un dogma de fe la existencia del Juicio. La Iglesia nos enseña que después de la muerte viene para el hombre el Juicio particular dónde dará cuentas a Dios de toda su vida.
Esta imagen del Juicio particular siempre ha sido usada para asustar a las personas y para recalcar la justicia de Dios. Pero, ¿cómo será el Juicio? ¿Nos encontraremos con un Jesús Patócrator (de ceño fruncido) con una espada en su mano lista para ser descargada sobre los juzgados?
Este evangelio nos habla un poco del Juicio que viviremos. Ese día seremos juzgados por nuestras propias acciones y nuestra propia conciencia. Seremos nosotros mismos los acusadores ante la misericordia de Dios, porque ante la luz del amor de Cristo y de su misericordia nuestros pecados se harán más claros. Ante la bondad del amor de Dios nuestra infidelidad se hará más notoria. Ante la luz de Cristo nuestra oscuridad se hará más evidente. El día del Juicio particular seremos acusados por nuestra propia conciencia que revelará los designios más profundos y las intenciones más ocultas. Ese día nos encontraremos con un Jesucristo misericordioso que no quiere la muerte del pecador sino que se convierta y se salve, pero también nos veremos tal cual fuimos en este mundo y seremos tentados para no acogernos a esa misericordia infinita de Dios.
Ese día, donde no se puede mentir ni ocultar las cosas, veremos cuánto hemos amado y cuánto dejamos de amar, y ante el amor extremo de Dios eso será motivo de condenación para muchos.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

09 abril, 2013

Para volver a nacer se necesitan nuevos padres, Dios y la Iglesia

Evangelio según San Juan 3,7b-15.
No te extrañes de que te haya dicho: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”.
El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.»
Nicodemo volvió a preguntarle: «¿Cómo puede ser eso?»
Respondió Jesús: «Tú eres maestro en Is rael, y ¿no sabes estas cosas?
En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les hablo de cosas del Cielo?Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre.
Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna.
+++
Todos hemos nacido de una mujer según la carne, pero no todos hemos nacido según el Espíritu, o mejor dicho, no todos hemos nacido según la fe. Para nacer según el espíritu es necesario ser "dados a luz" por el espíritu de Dios, ya no por la unión carnal de nuestros padres sino por la unión de nosotros con el mismo Dios. Nacemos de nuevo cuando nos hacemos hijos de Dios, hermanos entre todos y herederos del Reino, y para ello es necesario el bautismo. 
Nadie puede heredar la salvación eterna si no se hace hijo de Dios por propia convicción (independientemente de su credo). Para ello es necesario vivir según los dictados de la conciencia y la caridad, pero de una manera especial, los bautizados aceptan a Dios como Padre de una manera solemne y consciente, y se hacen hijos de Dios para renacer en el espíritu.
Para volver a nacer es necesario volver a tener un padre y una madre, pero ya no carnales sino espirituales. Dios como Padre y la Iglesia como madre nos dan la posibilidad de volver a nacer cuando los aceptamos por la fe y les obedecemos como hijos necesitados.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

06 abril, 2013

Jesús es Dios

Evangelio según San Marcos 16,9-15.
Jesús, pues, resucitó en la madrugada del primer día de la semana. Se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios.
Ella fue a anunciárselo a los que habían sido compañeros de Jesús y que estaban tristes y lo lloraban.
Pero al oírle decir que vivía y que lo había visto, no le creyeron.
Después Jesús se apareció, bajo otro aspecto, a dos de ellos que se dirigían a un pueblito.
Volvieron a contárselo a los demás, pero tampoco les creyeron.
Por último se apareció a los once discípulos mientras comían, y los reprendió por su falta de fe y por su dureza para creer a los que lo habían visto resucitado.
Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación.
+++
Siempre me ha parecido muy significativo y hasta hermoso el hecho de que Jesús se le apareció primero a las mujeres y no a los más cercanos. Jesús no se le apareció a toda la ciudad de Jerusalén ni a los romanos ni a los sacerdotes judíos. Jesús no se le apareció a Pilato ni a Anás ni a los Fariseos, y esa es precisamente una de las razones por las que podemos creer en Jesús como Dios, porque actúa como tal y no como los hombres. ¿Quién de nosotros, después de resucitar, no se le hubiera aparecido primero a sus enemigos? ¿Quien de nosotros no se hubiera aparecido primero a los que lo insultaron, escupieron o tentaron con sus burlas? ¿Quién de nosotros no se le hubiera aparecido a todo el pueblo de Jerusalén?
Sin embargo Jesús se le apareció primero a las que menos credibilidad tenían: las mujeres. Se le apareció primero a los discípulos menos importantes: los discípulos de Emaús. Después se le apareció a los discípulos  y finalmente a todo el pueblo. Pero ¿por qué?
Una vez más repito algo que escuché a un sacerdote y me ha gustado muchísimo. La principal prueba de que Jesús es Dios no es que hacía milagros y prodigios, sino que actuaba como tal y no como un simple hombre.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

05 abril, 2013

El relato de "Emaús" según san Juan

Evangelio según San Juan 21,1-14.
Después de esto, nuevamente se manifestó Jesús a sus discípulos en la orilla del lago de Tiberíades. Y se manifestó como sigue: Estaban reunidos Simón Pedro, Tomás el Mellizo, Natanael, de Caná de Galilea, los hijos del Zebedeo y otros dos discípulos.
Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Contestaron: «Vamos también nosotros contigo.» Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.»
Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.» Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Simón Pedro: «Es el Señor.»
Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca —de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces. Al bajar a tierra encontraron fuego encendido, pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar.»
Simón Pedro subió a la barca y sacó la red llena con ciento cincuenta y tres pescados grandes. Y a pesar de que hubiera tantos, no se rompió la red.
Entonces Jesús les dijo: «Vengan a desayunar». Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor.
Jesús se acercó, tomó el pan y se lo repartió. Lo mismo hizo con los pescados.Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.
+++
No sé si me equivoco pero no recuerdo en los evangelios que los discípulos salieran a pescar después de que Jesús los llamó por primera vez y ellos dejaron todo para ir en pos de Él. Es más, el evangelio de Mateo (4, 20) dice que Pedro dejó todo y siguió a Jesús... ¿pero no pues que había dejado todo? ¿Por qué tenían todavía barcas y redes para pescar?
Podríamos pensar que los discípulos estaban intentando volver a su vida pasada antes de conocer a Jesús. Este evangelio me da la impresión de que los seguidores del Señor estaban dudosos y decepcionados.  Estaban pensando en dejar todo lo que habían logrado y por lo que habían luchado en los últimos años. Me parece ver a un Pedro desmotivado que ya no cree en el Reino de los Cielos y quiere regresar a sus peces y redes. Me parece ver a unos discípulos tomando la actitud de los de Emaús que se retiraban de Jerusalén (de la comunidad) y que no querían saber nada más de Jesús y que además de caminar con Él ya no lo reconocían.
Me gusta pensar en unos discípulos que nunca pasaron hambre considerable mientras estaban con Jesús y que ahora que salen a pescar no tienen nada qué comer. Me gusta pensar en unos discípulos que por sus propias fuerzas no encuentran peces.
Jesús se les aparece en la orilla y se hace el encontradizo, como con los discípulos de Emaús. Jesús no es reconocido hasta que ellos van hacia Él y comparten el pan. Podríamos decir que sólo en la cercanía con la Eucaristía podemos reconocer el verdadero rostro de Cristo y que al discípulo del Señor nunca le faltará nada.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

04 abril, 2013

¿Los recuerdos toman aguapanela?

Evangelio según San Lucas 24,35-48.
Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos (y les dijo: «Paz a ustedes.»)
Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu,
pero él les dijo: «¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso?
Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.»
(Y dicho esto les mostró las manos y los pies).
Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados, les dijo: «¿Tienen aquí algo que comer?»
Ellos, entonces, le ofrecieron un pedazo de pescado asado (y una porción de miel);
lo tomó y lo comió delante ellos.
Jesús les dijo: «Todo esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes; tenía que cumplirse todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos referente a mí.»
Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras.
Les dijo: «Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día.
Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan.
Ustedes son testigos de todo esto.
+++ 
Jesús se apareció a sus discípulos y comió con ellos. ¿Será que tenía mucha hambre? Cuando uno come no sólo sacia su apetito sino que comparte muchas cosas. Uno no invita a comer a cualquier persona, sino a personas especiales y en ocasiones especiales. Comer con alguien es compartir la vida. Jesús comió con sus discípulos por varias razones: Mostrar que no era un fantasma ni una "sugestión colectiva", porque una "resurrección espiritual" no come pescado asado ¿O alguien a visto a un recuerdo tomar aguapanela con quesito? ¿Por qué digo esto? porque algunas personas, entre ellos el teólogo Torres Queiruga, andan diciendo por ahí que la resurrección de Cristo no fue material (con su cuerpo) sino espiritual. Y esa tal resurrección espiritual es como una especie de recuerdo que vive en la mente de sus discípulos... Este  modo  de  interpretar  la naturaleza  del  hecho  de  la  Resurrección  no  concuerda  con  el  Catecismo  de  la  Iglesia Católica,  que  enseña  que  en  este  caso  estamos  ante  un  acontecimiento  “histórico  y trascendente”, «real con manifestaciones históricamente comprobadas».
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

Search