Evangelio según San Marcos 6,30-34.
Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
El
les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un
poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo
ni para comer.
Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
Al
verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades
acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al
desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella,
porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
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El descanso del apóstol es sólo Dios y su voluntad.
Ver televisión en una cama durante horas comiendo galletas y tomando coca-cola no es un verdadero descanso. Levantarse después de dormir más de 10 horas o hibernar todo el día como un oso en invierno tampoco lo es.
El evangelio nos presenta a Jesús con sus discípulos llendo a descansar a un lugar solitario por medio del silencio y la oración. Seguramente que tenían en mente dormir un poco, comer bien y disminuir el trabajo, pero no el convertirse en marmotas humanas echadas en el suelo todo el día.
Pero lo más interesante es que cuando desembarcaron (luego de remar y remar) fue que se encontraron con una multitud sedienta de Dios. La cual no fue despedida con la siguiente frase: "hoy no hay servicio, el maestro y los discípulos están en su día de descanso. El horario de atención es de lunes a sábado en horario de oficina. Por favor no insista".
Por el contrario, la respuesta de Jesús fue la compasión porque la multitud estaba como ovejas sin pastor, y por eso les enseñó un largo rato.
Jesús no se mueve por un sueldo. Jesús no trabaja porque tiene un contrato laboral con prestaciones sociales y cláusulas en letra pequeña. Jesús no es un funcionario público o un gran empresario. Jesús no es un administrador que tiene que velar por el sostenimiento económico de su empresa. Jesús es Dios y se comporta como Dios y AMA COMO DIOS. Y por eso no soporta ver a la multitud como oveja sin pastor, porque ÉL es el PASTOR.
¡Jesús, cuánto tenemos que aprender de ti!
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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