Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Chaparrón tenemos”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo».
Mi Jesús sabes más que nadie que todos tu hijos conocemos por amor y misericordia la herencia que tu tienes para nosotros y supongo que aunque nos conoces te extraña vernos sumergidos en el mal que no nos llena ni nos da felicidad pero que extrañamente buscamos constantemente, somos obstinados y nos comprendes pero por lo mismo que comprendes nos has dejado límites y nos has dado la libertad de escoger si obedecemos y paramos en ese límite o si seguimos y simplemente nos convertimos en estatuas de sal que poco a poco se van desmoronando y se desfiguran de tal manera que a tus ojos la obra de tus propias manos queda irreconocible.
Hipócritas! Por qué la ley natural de nuestro corazón nos grita que ese no es el camino, y nosotros callamos nuestra conciencia convenciendola de que lo bueno no es tan bueno y lo malo es un poco más bueno que lo bueno.
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