Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:
–¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Y les dijo esta parábola:
–Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás”.
De este evangelio escuche hace tiempo una relación muy hermosa sobre como este viñador es en realidad la virgen Maria.
Somos hijos de Maria y como no somos ajenos a su corazón maternal se toma bien en serio el rol de madre, aunque hemos parecido por nuestros actos inservibles ante los ojos de Dios por su intercesión hemos sido abrazados por los brazos misericordiosos de nuestro Dios, dándonos más tiempo para orar, para cambiar, para dar frutos, en fin para ganarnos el cielo.
Maria es el camino fácil, corto, perfecto y seguro de eso no hay ni una sola duda.
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