Domingo, 29 de enero de 2012. Mc 1, 21-28
Jesús increpó al espíritu inmundo, le calló para que no lo revelara porque Él mismo se quería dar a conocer, Él mismo quiere tener un encuentro personal con nosotros, quiere liberarnos, quiere que conquistar nuestro corazón, de hecho así lo quiso con aquel hombre que estaba poseído, pues el demonio le impedía ver el divino rostro, le nublaba para conocer al Señor.
¡Autoridad Divina! Autoridad que cuida el Amor, Autoridad que promueve la conversión, autoridad que nos muestra a Dios Amor, que nos quiere conquistar, que se nos quiere revelar.
Señor te autorizo a que entres en mi vida, a que hagas lo que quieras, para que pueda escucharte, conocerte, amarte, servirte; arranca de mi lo que no es digno de María, pues si no es digno de ella tampoco lo es digno de ti. Amen.
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