Miércoles, 01 de agosto
de 2012. Mateo 13, 44-46
El reino de los cielos,
es el mismo Dios, es el Tesoro que hemos hallado, y como no teníamos como
cuidarlo, teníamos que conseguir un terreno, el mismo terreno que Dios escogió:
María.
Señor, permítenos que
alegremente podamos vender lo que tenemos, lo que considerábamos nuestros bienes,
por tener el mayo bien: nuestra Madre; que alegremente nos consagremos a ella:
cuerpo, alma y espíritu, bienes interiores y exteriores, y que no tengamos
miedo renunciar a lo que sea, por tenerla, porque si la tenemos a Ella te
tenemos a Ti
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