Miércoles, 18 de abril de 2012. Jn 3,16-21
“todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”
No nos sorprenda que cuando se anda en el pecado se detesta la luz, la paz, porque la Luz de Cristo revela lo que hay en lo profundo de los corazones. Quienes Realizan la Verdad se acerca a la Luz, para ver la obra de Dios en él.
Al soberbio no le gusta la Luz, al humilde le gusta la Verdad, le gusta la Luz; con razón María es la mujer vestida de Sol, es decir, la mujer llena de la Luz. En la luz se ve la mugre pero también se ve por donde limpiar y se puede aprovechar.
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