Lunes, 23 de abril de
2012. Jn 6, 22-29
«Trabajad,
no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida
eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre,
Dios»
La obra que Dios pide
para trabajar en lo que Él quiere, es que creamos en Jesús, en su enviado, es
decir debemos Trabajar por la Eucaristía, la obra del Amor.
Trabajar por la
Eucaristía es:
1. Disponerse: con María,
preparar el corazón, no dispersarse, poner los sentidos internos y externos en
pro de dicho Manjar
2. vivirla: con María,
alimentarse; pues para que un alimento nos aproveche hay que digerirlo, así
mismo hay que absorber el Amor Sacrificado y vivo.
3. trasmitirla: como es
alimento que no perece sino que perdura, es el alimento que nos da vida y que
no se acaba, que no se agota, entonces estaremos rebosantes y en consecuencia
con convertiremos en Eucaristía, en ofrenda de Amor a Dios y al prójimo.
San José, hombre del trabajo, enséñame a trabajar por el Reino de los Cielos viviendo con Amor y trascendencia el maravilloso regalo de la Eucaristía.
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