Viernes, 27 de abril de
2012. Jn 6, 52-59
Todos tenemos la
necesidad de comer, todos tenemos la necesidad del alimento tanto corporal como
el espiritual, ahora cabe preguntarnos: ¿queremos el verdadero alimento o el
falso?
Muchos hoy calman su
hambre corporal con el sacol, drogándose… ¡falso alimento! Otros tanto con
comida chatarra en exceso… ¡falso alimento! Solo trae enfermedades y
dificultades físicas. El verdadero alimento físico es una dieta balanceada, una
alimentación que de un equilibrio y aporte los nutrientes necesarios para un
buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Ahora bien, también está
el hambre espiritual, el vacío existencial, hambre que muchos sacian con la
nueva era, este es un ¡falso alimento!, otros la sacian con filosofías ‘voladas’,
¡falso alimento! Que solo trae consecuencias, indigestión espiritual, vacios, división,
tristeza. ¿Cuál es el verdadero alimento? ¡La Eucaristía! ¡Manjar de los
Manjares! Porque su carne es la verdadera comida y su sangre, la verdadera
bebida, es el Alimento que trae vida eterna. Danos Señor siempre de tu Pan de
Vida.
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