Martes, 13 de diciembre de 2011. Mt 21, 28-32
Juan enseñó y los publicanos y prostitutas le creyeron, y los fariseos no recapacitaron al ver a los que creían. Dios nos busca de muchísimas maneras, permite que alguien nos predique y que por la predicación aceptemos la fe, pero también al ver el cambio de los demás, podemos creer, podemos recapacitar, que es reflexionar, meditar y reorientar el camino hacia la verdad.
Los que creyeron cambiaron su vida, entonces la fe y las obras van de la mano, para que haya coherencia y con el testimonio que los demás alcanzan a percibir, genera cambios, propicia la reflexión, exhorta.
Virgen María, ayúdame a ser coherente, a corresponder al Amor, a vivir cada predicación en la que esté para creer, para ser fiel, para hacer la Divina Voluntad.
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