18 octubre, 2012

Apostolado y contemplacion

Cuando Jesús enviaba a aquellos discípulos a predicar, a sanar y liberar a muchos corazones, lo hacia confiando en que ellos sin dudar cuidarían de estas almas que el mismo les estaba encomendando. La vida activa del misionero permite ver las grandes maravillas que Dios hace por medio de su predica, por medio de su trato y acompañamiento con la gente, por medio de su vos y de su canto, puede recibir parte de la paga acá en la tierra, como consuelos espirituales o algo así, pero una alma que su único apostolado el hacer oración su vida, en el silencio, en la cadena perpetua por amor voluntariamente, esta alma no logra ver mas que cuatro paredes y entre ellos un sagrario permanente, pero no se alcanza a imaginar la cantidad de semillas que siembra con su oración fecunda, para que así con certeza logre gozar de los consuelos celestes eternamente.

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