Hay, hay, hay... pobre alma que cuando menos lo espera llegara el momento de entrar al juicio y no presencio en la vida terrena la voluntad de Dios, no porque no se la hayan presentado, sino porque se revelo contra ella y no la quiso ver. Hay del alma que habiendo escuchado y sentido la moción de su padre, mas bien escucho los caprichos de su necia voluntad, que al final la llevara a la condenación eterna. La moción es diferente a la emoción; la moción es la chispa divina que se enciende en nosotros sin saber en donde, cuando o a que horas, es ese sentido de no sentir pero tener la certeza de que se debe hacer algo, es una voz muy al fondo del interior que dice que es lo debes hacer para agradar mucho a tu Dios, y por ultimo es simplemente algo persevera con una constancia incansable y no cesa de hablar y de inspirar; mientras que la emoción es algo que impulsa al ser a actuar, a moverse, a llorar, a cantar, a gritar etc. pero se va así mismo como llega, no es constante, ni llena, ni da alegría verdadera, es simplemente un pasa bocas muy pequeño que no llena y que lleva al alma a querer mas, y mas, quedándose solo en la emoción.
Hay pobre alma que no escucha las palabras de su padre, que mas bien escucha su propia voz y que solo se ama a si misma, por esto la severidad se juicio sera mayor aunque haya levantado enfermos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario