¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza.
Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno.
El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza a aquel que me envió".
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"El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza a aquel que me envió" ¡Qué palabras tan alentadoras y desalentadoras! Alentadoras porque nos recuerda que la Iglesia es de Cristo y que no es simplemente una invención humana. Alentadoras porque no estamos solos y aún cuando la tormenta es más fuerte y la noche más oscura, Cristo sigue presente en la Iglesia y la sostiene y la guía. Alentadoras porque Jesús nos ha dejado un camino seguro para ir tras sus huellas.
Desalentadoras porque me recuerdan cuan soberbio soy y cuan rebelde me he vuelto. Desalentadoras porque me doy cuenta de que a veces olvido que la Iglesia es de Dios y la veo como algo humano. Desalentadoras porque me hacen ver que no he amado a la Iglesia como la debo amar, porque Jesús está en Ella y es su cabeza y aunque no lo pueda ver a Él, sigue presente por medio de sus apóstoles.
Pero, al final de cuentas, esos desalientos ¿no son motivos para alentarse más y amar más a la Iglesia?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella
1 comentario:
feliz día de san francisco, que su amor paterno te consuele y que su vida evangélica te guíe y haga otro cristo.
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