Les aseguro que aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios.
Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir".
+++
A veces empezamos a vivir nuestra fe como una simple ética, es decir, todo el mensaje de Cristo se reduce a "vivir bien" o a "saber vivir".Siempre corremos el riesgo de caer en la tentación de mirar el lado ético-moral del evangelio y dejar a un lado el lado sobrenatural que tiene.
Jesús nos habla en este episodio sobre el juicio. El día en el que seamos juzgados tendremos un mediador que abogará por nosotros según las intenciones de nuestro corazón. Pero si despreciamos al abogado, Jesús, ¿quién nos defenderá? ¿nosotros mismos? ¿Será que tenemos suficientes méritos para no necesitar al abogado? Por eso, "el que me reconozca delante de los hombres, será reconocido ante los ángeles de Dios".
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario