"Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma"
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron. De pronto, se levantó un temporal tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron los discípulos y lo despertaron, gritándole: "¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!" Él les dijo: "¡Cobardes! ¡Qué poca fe!" Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Ellos se preguntaban admirados: "¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!"
No hay cosa diferente que anhele el alma, que encontrar despierto a su Dios en todo momento, pero la realidad es que aunque no duerme, no siempre responde a nuestros gritos de auxilio, en las soledades, en las tristezas, en la adversidad, cuando mas mal se siente el alma mas le aprovecha confiar en el silencio, y Jesús con su silencio, que es muy de ves en cuando, pide a gritos que confiemos, seria algo así: " SEÑOR, AYÚDAME TE NECESITO" : "HIJO CONFÍA, LO NECESITAS MAS". bueno no me imagino a un Dios griton, pero si logro imaginarme a un Dios que se desespera cuando no tiene nuestro amor, cuando hemos cambiado su amor por algo pasajero, por lo material o sentimental que al fin y al cabo dura lo que dura esta vida pasajera que obviamente no se compara con lo que Dios nos promete "LA ETERNIDAD". Aunque Dios haga silencio no significa que este dormido o que no este, simplemente dice en susurro "CONFÍA".
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