"Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente".
Jesús le dijo: "Yo mismo iré a curarlo".
Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.
Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: 'Ve', él va, y a otro: 'Ven', él viene; y cuando digo a mi sirviente: 'Tienes que hacer esto', él lo hace".
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe.
Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos;
en cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de dientes".
Y Jesús dijo al centurión: "Ve, y que suceda como has creído". Y el sirviente se curó en ese mismo momento.
Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre.
Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo.
Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos,
para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: El tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades.
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¿Qué tiene que ver la curación del sirviente del Centurión con la curación de la suegra de Pedro? ¿No es sospechoso que estos dos relatos estén juntos el uno del otro como si fueran parte de la misma historia?. En realidad son dos hechos apartados que no tienen nada que ver el uno del otro según las condiciones y las circunstancias, pero que están verdaderamente relacionados por la enseñanza evangélica que Dios quiso que quedara plasmada en el Evangelio.
Pedro vs. el Centurión
Los dos tenían a alguien enfermo. El centurión a un sirviente (alguien con quien no tenía mayor obligación); Pedro, por su parte tenía a la suegra enferma.Ambos creían en Jesús.
Ambos podían hablar con Jesús.
El uno era romano, pagano y el otro era cristiano.
El uno no tenía por qué tener fe y el otro debía tener una grandísima fe.
Uno acudió a Jesús y el otro no.
En ambos casos se realizó la curación.
¿A qué voy con esto? a que este pasaje es una "cachetada" para Pedro, porque la fe del Centurión fue mayor que la de este. Si Pedro hubiese tenido la fe de aquel hombre pagano, su suegra se habría curado "a distancia". Pero no, no tuvo la fe, ni siquiera le dijo a Jesús que la curara, y como aún no había llegado su hora, entonces Jesús fue a la casa de ella y la curó. Pedro quedó como un zapato, porque el Centurión le dio una verdadera lección de fe y el evangelista relata conjuntamente estos dos evangelios para demostrar cómo Pedro no confió. ¿O es que las palabras de Jesús: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe" están simplemente de adorno? esas palabras eran un reproche para los que lo seguían (para nosotros) y el hecho de las curaciones fue la confirmación de lo que dijo.
El cristiano tiene que ser una persona de fe. El cristiano tiene que creerle a Cristo, con todo su corazón, como María. ¿O alguien vio a la Virgen hacer algún milagro? no, claro que no, pero ella oro confiadamente para que los demás pudieran obrar, en el nombre de Jesús, todos los milagros que eran necesarios.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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