Martes, 14 de junio de 2011. Mt 5, 43-48
Lo extraordinario del amor solo se puede hacer con el Amor. Ordinariamente se puede corresponder a un amor humano, pero al Amor Divino se corresponde amando a quienes no nos aman, amando como Dios ama, que hace salir el sol sobre buenos y malos, Dios amando en nosotros.
Para Amar se necesita estar en la unión de los corazones de Jesús y María, se necesita amar como Jesús, que incluso amó a Judas, me amó a mí y también a ti, aun cuando pecábamos.
Los altruistas y filántropos aman, pero pueden fracasar y desistir al ver la falta de correspondencia e ingratitud de las personas o es la gratitud y el reconocimiento que les motiva, pero ¿Cuál es la ganancia de amar como Cristo? ¿Qué nos motiva? La participación de perfección de Dios, es decir, la santidad, la felicidad para cual fuimos creados, es obrar en lo extraordinario y heroico del Amor, es que Dios habite y more en nuestra alma eternamente.
María, Madre del Amor, enséñanos a dejarnos amar y vivir en el Corazón de Cristo para tener sus mismos sentimientos y acciones. Totus Tuus.
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