Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
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El modelo de la caridad está en Dios. Nosotros no sabemos amar y pensamos que lo hacemos. Nosotros no tenemos ni idea de qué es verdaderamente el amor y pretendemos amar siempre. Cuando crecemos pensamos que sabemos amar y nos comprometemos en relaciones afectivas que casi siempre desembocan en decepciones amorosas de parte y parte ¿por qué? porque no sabemos amar.
Cuando nacimos no nos llegaron las instrucciones de "cómo amar" en un folleto a color con esquemas y tablas de contenido... sino que nos llegó el "manual del amor" en una persona, Jesús. Pero como buenos latinos, colombianos, humanos, nunca leemos las instrucciones y pretendemos armar la salvación a nuestra manera. ¿Y qué pasa? que siempre armamos mal el "escaparate".
Entonces, ¿qué hacer? leer el manual. Es decir, leer a Cristo. Es decir, meditar en la vida y obra de Nuestro Señor contenida en las Sagradas Escrituras y en la Tradición de la Iglesia para poder comprender qué es el amor y cómo se vive verdaderamente.
-A ver Pedro, ¿viviste el amor? y tú, Juan ¿qué nos dices?. Apóstoles en general ¿Uds también? ¿María Magdalena?
Creo que todos leyeron el manual y vivieron la caridad según el Corazón de Jesús. Pero, para qué interrogar a estos personajes, vayamos a preguntarle a la que imprimió el manual, a la Inmaculada...
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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