Lunes, 12 de marzo de 2012. Lc 4, 24-30
La viuda de Sarepta y Naamán el Sirio, obtuvieron el favor de Dios en medio de la multitud de viudas y de leprosos ¿Qué tienen estos que no tienen los otros? ¿Qué hizo que Dios se fijara en ellos?
Naaman quería amar, quería servir, quería responder al rey y la enfermedad se lo impedía y la viuda era generosa y daba de beber y de comer al necesitado. ¿Qué conmueve el corazón de Dios? El hombre que aun con su dolor e incapacidad quiere amar, quiere darse a los demás, a quien mucho ama, se le perdona mucho.
Señor que ni nuestra impotencia nos impida amar y servir, que con María se quiten los obstáculos al Amor y mirándote en la cruz podamos ser fieles siempre y ser menos indignos de tu amor, podamos alcanzar tu favor. Totus Tuus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario