Sábado, 24 de marzo de 2012. Jn 7,40-53.
Varios versículos de este evangelio y Jesús no pronuncia ninguna palabra, todos discutían sobre si era o no el Mesías, hablaban de su origen y de su intensión de tomarle preso, y Él no salió a defenderse y a la final todos terminaron yéndose para su casa, terminaron encerrándose en si mismo y siguiendo con sus mismas ideas.
Ah mi Señor! Cuán lejos podemos tenerte si no nos preocupamos por tener un profundo, personal y constante encuentro contigo, que nos lleve a descubrirte en el día a día, en todo instante. Ayúdanos mamá a vivir más profundamente nuestra vida con Cristo y a que no nos quedemos en datos, ni en aspectos frívolos sino que ahondemos en el corazón traspasado, doliente y vivo del Señor. Amén
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