15 enero, 2011
El LLamado de Leví
Es el llamado de Leví, un llamado desde su miseria, es decir desde su vida de pecado, pues Jesús lo llama estando él en el mostrador de impuestos, pues eso era Leví, un usurero, que era considerado una desgracia para el pueblo de Israel. Jesús sabe que Él es el médico de las almas y por esto llama a la persona de Leví, lo llama con palabras que no puede resistir “Ven y sígueme” e inmediatamente lo siguió. Es el encuentro de Jesús con la persona y en la medida que este encuentro sea más íntimo y más fuerte, de la misma manera es la conversión de las personas y la entrega de vida.
Muchas veces nos preguntamos por qué no todos perseveran, por qué de un retiro espiritual no todos se convierten, y la respuesta podría ser porque no tuvieron ese encuentro tan fuerte con Jesús. El encuentro de Pablo con Jesús fue tan fuerte que era imposible que no fuera su discípulo y que no lo llevara a otros pueblos.
Es la medida del encuentro de Jesús con las almas que se convierten las mismas y para que ellas se encuentren con Jesús creo que primero me tengo que encontrar con Jesús y hablarle a Jesús de ellos. Los santos su primera misión era la oración frecuente y entera al Señor, una oración que impetraba gracias de conversión del cielo.
Oh virgen inmaculada enséñanos a orar para impetrar del cielo gracias de conversión para las almas, virgen inmaculada enséñame a amar y a adorar a Jesús.
A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per Maríam!
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