Hoy es muy comun escuchar que debemos ayunar de vicios, de pecados y no de comida, porque no tiene sentido.
Claro que debemos dejar el pecado y luchar contra los vicios, pero tambien es necesario mortificar el cuerpo para adelantar en las cosas del alma. Pero ¿por qué? Porque nuestra debilidad esta asociada a nuestra falta de voluntad, o mejor dicho, a nuestra voluntad debilitada. La mortificacion nos ayuda a fortalecer nuestra voluntad para que sea capaz de rechazar el pecado. El ayuno no es una cosa medieval, sino que es una ayuda muy eficaz contra las inclinaciones pecaminosas.
Ahora bien, lo que Dios quiere es "misericordia y no sacrificios", pero la misericordia brota de una voluntad fortalecida.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
22 febrero, 2012
El ayuno del corazon
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