Miércoles, 08 de febrero de 2012. Mc 7, 14-23
Del corazón del hombre provienen las malas intenciones y el pecado, aun cuando socialmente se promueva, pues la decisión está en cada uno, el contexto afecta pero sólo si dejamos que esto exterior llegue al corazón.
¿Cuánto cuido mi corazón? No es tener miedo a amar, no es tener miedo a ser ofendido y despreciado, es cuidar la intimidad con nuestro Señor, cuidar el interior, ordenar la intención, asegurarse que nuestros sueños, metas, decisiones, pensamientos, sentimientos no vayan en contra de nuestra fe, no vayan en contra de Dios.
María, examina mi corazón y sánalo de la soberbia, del pecado, de sus malas inclinaciones, de sus desordenes, para que pueda amarte a ti y a tu adorado Hijo.
Totus Tuus!
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