26 febrero, 2012

El tiempo en el desierto

Domingo, 26 de febrero de 2012. Mc 1, 12-15

“El tiempo se ha cumplido” El Eterno se sometió al tiempo y pacientemente esperó en el desierto, pero espera en la oración y vigilancia, en el sacrificio.

El Todopoderoso, se sacrificó y asumió –aun sin pecar– la fragilidad humana, asumió la debilidad corporal, sintió hambre, sed, fue tentado.

Jesús tu actitud confunde mi soberbia, tu actitud me mueve a la espera, a la paciencia, a la confianza, me invita a prepararme verdaderamente al apostolado.

Señor que en el desierto de mi vida, en la soledad, descubra que la Inmaculada y san José siempre están conmigo, me sostenga el agua viva que me has dado. Amén

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