11 febrero, 2012

La caridad exige muchas incomodidades

Jesús nuevamente recurre a sus discípulos para dar de comer a la multitud. Pero, qué pasó? Los suyos no sabían donde iban a conseguir pan para tanta gente, además,  o creo que estuvieran muy interesados en hacerlo porque ¿de dónde sacarian tanta plata para alimentar a 4000?

A Jesús no le dolía la plata ni dar de comer a tanta gente. A Jesús no le dolía tener qué ponerse a servirle a la multitud. A Jesús no lr daba «rabiecita» qué lo buscarán muchas veces para que los curar y para que les diera de comer, porque Él,el Señor, ama a los suyos, y el que ama quiere estar con el amado. ¿cómo no aprovechar está oportunidad para estar más tiempo con sus ovejas?

A diferencia de nosotros, Jesús, disfruta mucho de estar con la gente, porque ve en cada momento una oportunidad para evangelizar, para llegar al fondo del alma, para darse a conocer, para cambiar los corazones. En cambio, pr lo general, nosotros buscamos hacer un paz de charlas o predicciones o retiros y pretender qué sólo con eso ya estamos haciendo bien lo que deberíamos hacer mejor.

El buen Dios nos enseña qué para convertir a la almas debemos gastaron y desgastarnos por ellas y que la autentica caridad duele muchísimo.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.


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