Martes, 21 de febrero de 2012. Mc 9, 30-37
Los apóstoles no entendían y quizás no lo hacían por las limitaciones humanas, pero lo que se lamenta es que no se atrevían a preguntarle, temían hacerlo ¡miedo de Jesús! ¡Miedo de Cristo y de la pasión!
A veces no nos acercamos a Jesús y nos distraemos en preocupaciones humanas y temporales, puestos, cargos, reconocimientos, compromisos. A pesar de que les confronta y cuestiona, el Amor es comprensivo, el Amor es paciente, se sienta y explica, el Amor es creativo para llegar al entendimiento de sus discípulos, ¡grandioso Maestro!
Quien es niño Cristo le abraza, María le carga y san José le educa, quien es niño recibe a Jesús y Jesús le recibe a Él, quien es niño deja que Jesús le tome en sus brazos.Quien entiende es porque pregunta como un niño, que se deja guiar en la Sabiduría Eterna.
Totus Tuus, María!
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