29 agosto, 2014

Muerte vs. vida

Evangelio según San Marcos 6,17-29.
Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.
Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".
Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía,
porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.
Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea.
La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".
Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.
La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.
En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.
El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
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Herodes le dijo a la hija de Herodías, su amante: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino". La joven, tomando la decisión más estúpida de su vida, optó por la muerte, y le pidió a Herodes la cabeza de Juan Bautista. ¿Pero qué hace uno con una cabeza?
Para Herodes era muy fácil matar a Juan, pero lo que no podía hacer era darle la vida a Juan, ni a nadie. Optar por el pecado es optar por la muerte. Optar por el mal es optar por la destrucción. En cambio, quien opta por Dios, opta por la vida, por la creación.
El Evangelio nos habla en otros pasajes de mujeres y de reyes, por ejemplo, de la mujer cananea que agrada a Jesús, Rey, y en vez de muerte pide vida, y obtiene vida.
¿A quién queremos acudir: a los reyes o al Rey? ¿Qué queremos obtener: muerte o Vida?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

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