02 enero, 2011

Sábado, 01 de enero de 2011. Lc 2, 16-21

“Contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores”

¡Que importante es el testimonio! Por lo que decían los pastores, por la forma en que lo decían, por haberlo expresado con el corazón, por la convicción que tenían todos quedaban admirados, admirados no de los pastores sino de Jesús.

“Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho” alababan a Dios por lo que habían visto y oído, no por lo que ellos habían dicho, reconocían que este era un don, un regalo que habían recibido, y María lo sabia, no se quedaba en las palabras sino que meditaba todo en su corazón, lo vivía en profundidad, renovaba en todo momento su intimidad y relación de amor con Dios.

Oh, querida Madre de Dios, te consagro mi vida, este año y cada año que me sea regalado, para poder servir, para participar con mi testimonio de la admirable obra del Señor, que siempre lo señale a Él, que pueda alabarle, glorificarle en el tiempo y en la eternidad. Amén

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay varias cosas de este evangelio que me tocan el corazón, en primer lugar los magos tienen un signo que los lleva al Niño de Belén, este signo es la estrella... Esto me gusta mucho porque aunque Dios es de convicciones, también es Él mismo el que proporciona símbolos a los hombres para que lo hallemos, y me parece hermoso que las estrellas de estos tiempos somos los cristianos, es decir, el Señor en el Evangelio en una ocasión dijo "Reconocerán que son mis discipulos por la manera como se aman", y ese es el símbolo o el signo del que se vale Dios en su Iglesia para que sus hijos le encontremos, es el amor la estrella que guía a todos los que le buscamos para adorarle, y es precisamente eso a lo que nos ha llamado y nos llama Cristo desde ese pedacito de pan donde esconde su gran Amor, es a Amar y a darnos por las almas para ser luces que alumbren los caminos oscuros que el mundo nos está dejando.
Y como dejar pasar el hecho de que los magos encontraron a María con su Madre, que mejor manera de reconocer al Rey si está en los brazos de la Reina, es desde ese momento donde la Estrella que importa no es simplemente el astro, sino que es la Estrella que se hace Amor, es la Estrella que con su Sí le dió a la humanidad el Camino para encontrar la Salvación.
No sólo estamos llamados a ser estrellas de caridad que guíen las almas hacia Cristo, sino que estamos llamados a permanecer en los brazos de la Virgen María para que no nos perdamos, ni tampoco confundamos al Niño que estamos buscando.
Mamá no nos dejes salir de tus brazos pues nos encontraremos a nosotros y no a quien buscamos en realidad que es a tu Hijo.

Search