Jueves, 03 de noviembre de 2011. Lc 15, 1-10
¿Cuánto vale mi alma? ¿Cuánto me ama el Señor? Tanto me ama y te ama, que somos sus ovejitas, que busca conquistarme, que se hizo hombre para que le aceptáramos, tanto me ama que se alegra cuando yo me alegro porque él me encontró.
Tanto me ama que me busca incansablemente, que le cuenta a todos sus vecinos –los santos– que me he perdido, que todos ellos hablan de mi en el cielo, tanto me ama que me permite orarle, que es como el gemido de la ovejita, que necesita ser encontrada.
Tanto me amas Señor que te haces Eucaristía para tenerme a tu lado, que me compartes un poquito de la alegría del cielo al ver la conversión de alguien, tanto me amas que me das a María para que persevere en tu amor, para escucharte, para estar junto a ti. Gracias Señor, porque me amas tanto que aun no puedo comprenderlo.
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