Viernes, 19 de mayo de
2012. Jn 16, 20-23a
¡alegría que nunca se
acaba! alegría que nadie nos podrá quitar. Hoy se pierde la alegría por los
sufrimientos de quienes amañamos, pero también en el mundo se pierde la alegría
por egoísmo, falta de sinceridad y hay quienes pierden la alegría por el
pecado.
Todos soñamos con la
alegría, pero que tan poco hacemos por alcanzarla, si en realidad queremos
vivir con gozo espiritual, debemos buscar con recta intención al Señor, además
de vivir en gracia.
Desde ya disfrutamos de
las alegrías cristianas, las cuales menguan o no se dan siempre, la invitación es
a vivirlas con Jesús y María
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