¿VOLUNTAD DE QUIÉN?

Cuando leo este evangelio me pregunto hasta qué punto el hombre está dispuesto a seguir a Dios y qué tan decidido está en hacer lo que Él pide? Parece ser que en muchas ocasiones sólo de palabra lo queremos seguir o mejor HACER SU VOLUNTAD, esa que es negarnos a nosotros y ser como el esclavo que no hace nada contrario a lo que le pide su amo...

Con este evangelio Jesús nos pide abandonarnos en su voluntad, ps estamos acostumbrados a seguir a Dios pero según nuestros propios caprichos, según lo que queremos. Fácilmente le decimos a Dios "Señor quiero hacer tu voluntad, pídeme lo que quieras y dame lo que me pides..." y un montón de cosas más, pero cuando llega el momento de la exigencia ¡ay, pa´ si duele! entonces renegamos y le decimos "Señor, por qué esto; por qué lo otro..." ahí sí que ponemos peros y ese hágase tu voluntad que habíamos dicho se va a pique...

Qué fácil es seguir a Dios a nuestra manera, buscando nuestra propia comodidad y nuestro interés, el rico de este Evangelio había estado cumpliendo todos los preceptos exigidos, al parecer todo como él lo quería, pero al llegar a Jesús este le pide algo ademá de lo que hace y vaya si chocó, tanto que se entristeció, nos dice el evangelista... seguir a Dios no es una cosa adicional a nuestra vida y a nuestros gustos, es acoger el Corazón de Dios para saber qué quiere Él y tratar como el siervo fiel de hacer todo lo que quiere, es hacer como el enamorado que quiere complacer en todo a su amada para que sea feliz, así los verdaderos hijos de Dios buecan hacer que este Amado obtenga de nosotros lo que Él quiere.

Señor danos la gracia de negarnos a nosotros mismos para complacer tu divina voluntad.

"SÓLO VENCIÉNDOTE VENCERÁS"