Miércoles, 16 de mayo de
2012. Jn 16, 12-15
Hay muchas cosas que
desconocemos, mucho nos falta por amar, hoy el Señor nos da la clave: ¡Dejarse
guiar por el Espíritu Santo! Y tenemos el ejemplo de la Inmaculada, nuestra
Señora es el mejor ejemplo, pues le preguntó al ángel: “¿cómo será esto si no
conozco varón?”, ella no sabía cómo, pero le creyó a Dios.
Solo se deja guiar el
humilde, el que reconoce su incapacidad, su desconocimiento, pero que a su vez
tiene sed de Verdad, de vivir en conformidad con el Querer Divino. Quien así
obra en consecuencia glorificará a Dios, como María, que entonó el hermoso cántico
del Magníficat: “mi alma alba a Dios”
Mamá contigo queremos ser
dóciles, dejarnos guiar para cantar las maravillas del Señor con tu misma voz,
con tu fuerza, con tu ejemplo y convicción. Quien se quiera dejar guiar del
Espíritu Santo, debe acoger a quién Él eligió como esposa.
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