Viernes, 25 de mayo de
2012. Jn 21, 15-19
Luego de comer, el Señor
empieza a hablar a Pedro, lo hace después de comer para no presionarlo, para
que él tuviera todas las fuerzas físicas para reflexionar y con su libertad
decidir qué hacer.
¡Jesús no engaña! Le dice
a Pedro: “sígueme”, pero después que le había manifestado su misión, y esta es
fruto del Amor, del Amor de Cristo y del Amor que Pedro le profesa, El Espíritu
Santo siempre actúa, trasforma.
Virgen María ayúdanos con
el Espíritu Santo, a hacer la Divina Voluntad en nuestras vidas, a decir Sí,
sin temor, pues podremos dar gloria a Dios en cada etapa de nuestra existencia,
con nuestra vida y también con nuestra muerte. Seguir a Cristo es una decisión libre, y es la mejor decisión que podemos tomar.
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