Martes, 05 de junio de
2012. Mc 12, 13-17
La pregunta de los
fariseos en el fondo no solo era si pagaban impuestos o no, sino qué podrían
darle a Dios, porque en su corazón había hipocresía.
Ahora bien, cabe
cuestionarnos ¿con que intención oramos? ¿Acaso somos hipócritas porque
queremos escuchar de Dios lo que se acomoda a nuestro parecer? ¿Qué le damos a
Dios?
El Cesar mimo de la sociedad
reclama sus intereses, hay embargos, hay impuestos que se hacen cumplir…pero a
Dios? ¿Acaso las sobras? Si aun nos duele darle al Señor lo que somos y lo que
le corresponde, es porque aun no hemos reconocido que en nuestra alma está
impresa la imagen de nuestro Creador, es porque nos falta unirnos más a María,
para que Ella misma nos enseñe. A Dios lo que es de Dios. Amén
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