Domingo, 24 de junio de
2012. Lc 1, 57-66. 80
¡Bendecir a Dios! Es lo
que hace Zacarías inmediatamente se le suelta la lengua, no fue empezar a
decirle cositas lindas a Isabel o a Juan, fue bendecir al Dios de la Bondad, de
la Vida y del Amor.
La Vida es motivo de
alabanza al Señor, y Juan luego lo hizo viviendo en el desierto y anunciando la
conversión, fue el predecesor de Jesús, misión que se le había encomendado y
que él cumplió fielmente.
¿Cómo alabamos y
bendecimos a Dios? ¿Con nuestras acciones y de intención recta? Que la Inmaculada
Virgen y Madre nos ayude a obrar de cara a Dios y con Ella entonemos un himno constante,
interior y profundo de Amor y alabanza a nuestro Creador.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
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