Martes, 19 de junio de
2012. Mt 5, 43-48
¡Hijos en el amor! Seremos
hijos de nuestro Padre si amamos a los enemigos y si rezamos por quien nos
persigue.
Vemos en la tierra que
los hijos aprenden imitando a sus padres, descubren el sentido de las
enseñanzas que estos le dan y adoptan cosas de ellos en su personalidad, hay
muchos dichos que frecuentemente escuchamos “hijo de tigre sale pintao”, “de
tal palo tal astilla”, Podríamos decir, dime qué hijo eres y te diré qué padre
tienes.
Ahora bien, sería
desesperanzador saber que al haber pecado mortalmente o aun mas, haber
permanecido en ese estado de desgracia, podría denominarse que hemos sido hijos
de Satanás, pero Dios nos ha mirado bondadosamente, Dios ha permitido que el
rayito de su sol de misericordia caiga sobre nosotros, y podemos ver que no nos
ha tratado como lo merecen nuestros pecados, ¡extraordinario!, es hora de
aprender a ser perfectos como nuestro Padre Celestial, y para ello tenemos a la
monitora, a la mejor alumna, a la mejor hija, a María. Gracias Mamá, mi madre
espiritual, mi admirable maestra, soberana, mi gozo, mi corona, mi corazón, mi alma, tesoro, mi belleza, reina de mi corazón.
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