Evangelio: Mateo 5,38-42
"Yo os digo: No hagáis frente al que os agravia"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehuyas."
En este caminar por la vida de la gracias tenemos muchas personas a las que denominamos como enemigos, el pobre seminarista a de tener tal vez un profesor que quiera en todo lo que enseña agraviarlo o dañar su moral y teología, o que tal la pobre monja que no soporta a aquella que en todo lo que hace lo hace tan bien que esta desaparece, la pobre niña que en el colegio es tratada mal por un accidente, por su corte de cabello, por que tiene dientes grandes o por que es la que mas sabe, un pobre sacerdote que es asediado por una mujer, o el papá que busca el bienestar económico de su familia cuando pide mas pudiendo dar solo lo necesario, o la pobre mamá que es el centro de amor en la familia pero muchas veces es aislada a un tortuoso silencio; En fin tantos amigos que parecen enemigos y tantos enemigos que se hacen pasar por nuestros mejores amigos; Que bueno poder presentarte a tu mas alto tormento, al único amigo del que se pueden esperar los engaños mas dolorosos, las traiciones y las puñaladas, como se dice popularmente mas marraneras que te puedan dar, te presento a ti mismo, que siempre busca engañarte alejándote de tu tesoro mas preciado, brindándote "los mas grandes y placenteros tesorotes" mientras que funde tu alma en la mas penosa agonía, apartándote de quien haz buscado por todo tu peregrinar en la tierra, aunque este enemigo no es invencible es digno desconfiar siempre y en todo momento, porque aunque no es malo, se inclina mas, mucho mas a lo malo que a lo bueno. Nuestro amado Jesús hoy nos dijo que demos todo al que nos lo pida, que demos aun nuestra otra mejilla a quien nos golpee una, y yo imagino que en su corazón amantisimo repetía "pero no se den chance a ustedes mismos"
Todo por la inmaculada, nada sin ella.
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