El Señor habla a los discípulos de las cosas buenas que Él da a sus hijos, de la generosidad de su respuesta ante el llamado necesitado de sus hijos, y posteriormente concluye «Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.»
Es decir, si queremos que Dios nos trate con amor y responda a nuestro llamado, debemos tratarlo a Él con amor, es más, Dios siempre nos trata amor ¡cómo no corresponderle! Y como estamos en deuda, una de las maneras de expresar nuestra gratitud al Creador es amando a los hermanos, y así no sea instantánea la respuesta de nuestro prójimo, el fruto de conversión se verá, porque es Dios la Vid.
Madre del Amor, Mujer del Fiat, Mujer amada por Dios, permítenos descubrir en nuestras vidas este maravilloso misterio, el Amor de un Dios infinito que nos ama particularmente, a quien le importamos, quien nos da, nos abre la puerta, quien nos permite encontrarlo. Gracias mamá!
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