24 abril, 2012

Inmortalidad

Evangelio según San Juan 6,30-35.
Y volvieron a preguntarle: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo".
Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo".
Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
+++
Eucaristía
No hay misterio comparable a la Eucaristía. ¡Dios todo en el Sacramento! ¡Dios todo para mí!
Durante toda la historia de la humanidad se ha hablado de la inmortalidad. El hombre tiene miedo a la muerte porque es un cambio brusco, porque es un misterio, porque la muerte parte en dos la historia.
 ¿Qué puede pensar sobre la muerte una persona que haya vivido mal? seguramente le teme porque no sabe qué sigue.
¿Qué puede pensar sobre la muerte una persona que haya vivido trabajando y construyendo una familia? seguramente que le teme, porque no sabe qué será del futuro de los suyos y no quiere perder lo que construyó.
¿Qué puede pensar un joven sobre la muerte? seguramente que le teme, porque piensa que aún le falta mucho por vivir...
Así me podría quedar un buen rato, pero ¿por qué tanto miedo a la muerte? creo que es algo muy simple: porque no hemos comprendido qué es la vida. Y si no la hemos comprendido ¿cómo podremos valorarla de verdad? 
La búsqueda de la inmortalidad nunca ha dado buenos resultados en los hombres, porque se ha buscado en el lugar equivocado y de la manera equivocada. La inmortalidad sólo la puede dar el que se inventó la vida.
Pero ¿por qué estoy hablando de todo esto, si el Evangelio de hoy nos habla de otra cosa? no sé... creo que es porque la Eucaristía es la verdadera fuente de la inmortalidad. Es la Eucaristía aquello que tanto ha buscado el hombre durante la historia. Es la Eucaristía el alimento máximo que puede probar el ser humano.
¡Dios todo en el Sacramento! ¡Dios todo para mí! qué misterio tan grande, que misterio tan sublime.
Dice el Señor: 
"Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed".
En estos días he estado pensando en ser más Eucarístico... como María.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

No hay comentarios:

Search