09 octubre, 2012

Solo a sus pies

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42 

En aquel tiempo, entró Jesús en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada». 

Marta se preocupaba por muchas cosas en la vida, cosas externas que eran buenas y necesarias, pero no indispensables, y fue como un acto de egoísmo el mirar que su hermana estaba a los pies del maestro recibiendo sus enseñanzas y recibiendo su amor, mientras que ella se quedaba a servir al señor y a sus invitados, reclamándole al señor que no le ayudaba y maría en cambio se dio totalmente a su señor y se quedo a sus pies para escucharlo y para responder a ese amor con un si definitivo y radical.
Así mismo son nuestros pensamientos; cuando alguien es llamado para estar a los pies del maestro nuestro egoísmo sale a querer interrumpir este llamado alejando así a la persona de la voz de Dios.

No hay comentarios:

Search