“La fuerza del Señor le daba poder para curar” este es Jesús, un Dios capaz de darse completamente, un Dios capaz de arremangarse y trabajar con el hombre, de amarnos hasta el extremo. Aquí otra vez, la fe nos da una salida increíble, por un lado Jesús estaba enseñando y curando enfermos y todos se agolpaban a verlo, y por el otro el necesitado de Dios, el paralitico que viene donde Jesús, pues el enfermo busca al médico, el paralitico busca a Dios para ser curado, aunque nuestro Dios está siempre ahí, lo que espera es nuestra iniciativa a la gracia.
Las personas que transportaban al paralitico buscaban la forma de acercarlo a Jesús y lograron entrarlo por el techo; ¡Que ingeniosos! El ingenio de evangelizar, el ingenio de llevar al que necesita de Dios a sus pies, estos hombres fueron inteligentes para acercar al paralitico a Dios. Este ingenio lo conseguimos solo con la oración y la meditación, es decir, diciéndole al mismo Dios que nos ayude y que nos enriquezca con sus dones de sabiduría, dándonos un gusto por lo espiritual para después poder encender otros corazones por lo espiritual, de entendimiento para comprender la palabra de Dios y profundizar las verdades reveladas. Así de esta forma podremos acercarnos a Dios y llevar otros hasta sus pies.
Oh virgen inmaculada tu que sabes cómo acercar las almas a Dios enséñanos a ser ingeniosos en el camino de la evangelización y de llevar almas para el cielo.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
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