Hoy se celebra en la Iglesia el día de los santos inocentes Mártires que murieron por la persecución de Herodes contra el niño Jesús, son los niños que derramaron su sangre en la llegada del Mesías.
“Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto” es la llamada de Dios a llevar al niño al corazón, llevar a la Madre de Dios al corazón y permitir que crezca allí. El
Señor nos lleve al desierto y nos hable al corazón. El Señor nos ama tanto y se preocupa por nosotros de tal manera nos advierte de los peligros y nos cuida para estar a salvo. ¿Qué debemos hacer? Estar prestos a escuchar, estar prestos a entender la palabra de Dios y a guardarla en el corazón.
Muchas veces inocentes caen y hay dolor, tristeza y melancolía sin embargo a pesar de todo siempre hay esperanza pues estos que mueren así se han convertidos en los primeros mártires que dan la vida por Cristo, es decir gozan de la gloria eterna por razón de la maldad de Herodes y de su inocencia perfecta.
Oh Madre santa enséñame a amar a Dios completamente, enséñame a adorarlo y a guardarlo en mi corazón y nunca dejarlo que se pierda de mi alma.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per Maríam!
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