24 diciembre, 2010
LLEGA EL TIEMPO
Es el tiempo del nacimiento del niño Jesús, el nacimiento de nuestro redentor, del Señor que está dispuesto a dar todo de Él para nosotros. El que se acoge a la voluntad de Dios siempre goza de un bien mayor, de una paz increíble en el corazón, así María y José que fueron a inscribirse por el decreto a Belén, pues allí debía nacer el redentor, el mesías, allí debía nacer el que iba a salvar a su pueblo.
Bendito niño Jesús, tú que has sabido amarnos hasta el extremo, tú que con tu niñez nos enseñas los valores de la confianza, incluso la confianza en el hombre, tú depositaste la confianza en María, y en José, que alegría tan inmensa y que humildad tan grande la tuya.
Enséñame de esa humildad para yo alabarte y darte gloria con mi vida. Señor que yo te ame mucho y mi amor sea hasta el extremo de darme por ti.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
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