El ángel ha sido enviado por Dios a una ciudad de Galilea, hay una mujer; “La Mujer” que ha sido escogida por el Padre para ser la Madre del hijo y esposa del Espíritu Santo, es María que espera con ansia el mesías y en su humildad pide al cielo y dona su inmolación dándose como sierva de la que podría ser la madre de Dios, es decir ella pide a Dios ser una sierva de la madre del Mesías y resulta que Dios la elige para que sea ella La Madre del redentor.
Llena de Gracia, es ella la llena de Gracia pues el Señor la ha elegido para tan alto cargo, el Dios omnipotente se ha confiado del todo al cuidado de ella, depositándose con confianza en su seno.
“No temas” dice el ángel pues el Señor te ha favorecido, el Señor la ha favorecido y el señor lo sigue haciendo con nosotros sus hijos, por tal manera, éste “no temas”, viene a nosotros también, viene a nosotros pues nos dice que será ella la que nos cuide y lleve a Jesús más rápidamente.
¿Quién tendrá tanta confianza en ti madre querida, que se entregue sin miedo a tu cuidado? Enséñame a hacerlo pues si el mismo Dios lo hizo como no voy yo, a intentarlo, si el mismo Dios me enseñó que tu ere cuidadora de Vocaciones, como no voy a poner a tu cuidado la vocación que tú, tienes para mí. Enséñame a caminar “Sin Miedo” hacia tu servicio.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
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