19 diciembre, 2010

LA ENCARNACIÓN


El Señor esta pronto, el Señor ha querido encarnarse y ser como uno de nosotros, el quiere ser un hombre y rebajarse a la dignidad humana siendo Él un Dios eterno y perfecto, se rebajó a la debilidad humana siendo un Dios omnipotente y teniendo todo el reinado divino, se dio para rebajarse hasta un pesebre. El niño Dios está buscando una morada en nuestros corazones y en nuestras vidas para amarnos completamente y darse entero en nosotros.

Es increíble este misterio de la encarnación pues Dios mismo se da a conocer y se hace hombre por todos nosotros para darnos su amor y su paz. La pregunta que le hacemos es
¿Estamos preparándonos para la venida del Señor? Que tanta renuncia a nuestros caprichos estamos haciendo, ¿De qué forma queremos ser más virtuosos?¿Estamos siendo obedientes, caritativos y pobres de espíritu?

Señor cada día encontramos más cosas de que avergonzarnos con nuestros defectos, debilidades e imperfecciones que nos muestran tan pobres en preparación para darnos a su amor y a su llegada. Señor abaja nuestra soberbia, destruye nuestra desobediencia y engrandece nuestro corazón.

¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per María!

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