Si el mundo los odia, sepan que antes me odió a mí.
No sería lo mismo si ustedes fueran del mundo, pues el mundo ama lo que es suyo. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los elegí de en medio del mundo, y por eso el mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más que su patrón. Si a mí me han perseguido, también los perseguirán a ustedes. ¿Acaso acogieron mi enseñanza? ¿Cómo, pues, acogerían la de ustedes?
Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
+++
El mundo al que se refiere Jesús no es el cosmos sino el ambiente anticristiano que nos rodea. El mundo no quiso a Jesucristo y tampoco a los que Él ha enviado. Ninguno de nosotros puede negar que el mundo es hostil y agresivo. Todos hemos recibido sus desprecios y burlas, presiones y amenazas. Pero ¿qué hacer para no ser afectados por el mundo?
Primero que todo debemos ser conscientes de que existe. Si no nos percatamos de su existencia entonces seremos vulnerables a sus ataques.
En segundo lugar, debemos comprender que siempre estaremos sometidos a sus ataques.
En tercer lugar, y muy importante, debemos aprender a ser rechazados y humillados por el mundo. Esta es una señal clara del triunfo de Dios en cada uno de nosotros porque el cristiano es signo de contradicción en el mundo y el mundo no ama a los que no son de él.
En definitiva: "Si a mí me han perseguido, también los perseguirán a ustedes. ¿Acaso acogieron mi enseñanza? ¿Cómo, pues, acogerían la de ustedes?
Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió", dice Jesús.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario