07 noviembre, 2014

Celo por las almas

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido”. El administrador se puso a echar sus cálculos: “¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dijo: “Aquí está tu recibo: escribe ochenta”. Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz».

"Mi Dios tu eres el justo juez, que en bondad nadie te se asemeja menos se iguala, y miras con misericordia la tardanza de nuestra alma, para salvar almas; tengo sed, le dijiste a sor Teresa de calcuta y ella no entendía, pero tu mi Dios le explicaste muy claro todo al corazón, mi sed es de almas, dame almas, y ella comprendió y almas te dio.
Que tendrá que ocurrir para que el celo crezca en nuestra alma, haciéndonos misioneros del corazón de la mamita, sin reservarnos nada para nosotros? Mala cosa es decir que hay celo, cuando ya no hay un interés verdadero por acercar las almas al corazón de mi Dios." Amén.

No hay comentarios:

Search