Martes, 31 de julio de 2012. Mateo 13, 36-43
Tu y yo somos semilla,
podemos ser buena semilla o mala semilla, la diferencia está en quien nos
siembra, si nos siembra Cristo seremos ciudadanos del Reino de los cielos, pero
si nos siembra el demonio seremos partidarios del maligno.
Ambas semillas están en
el mundo, la diferencia es cuando se pertenece al mundo o a Dios; además es
notoria la diferencia cuando la semilla es regada, pues si somos regados por el
Amor vamos creciendo en el Amor, sin embargo cuando el diablo ‘riega’ a veces
podemos absorber lo que el enemigo quiere sembrar en nosotros; por lo tanto hay
que vigilar y discernir quién nos siembra para alimentarnos solo de lo
verdaderamente santo.
Virgen María tu eres como
la regadera que trae el nutriente divino para nuestra semilla, para nuestra
vida, ayúdanos mamá a que el mundo no nos atrape, sino que estando en él no le pertenezcamos, y así podamos permanecer fieles a nuestro Sembrador, fieles hasta el final.
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